Son muchos los estudios que han demostrado que el consumo regular de jamón ibérico de bellota es beneficioso para nuestra salud cardiovascular. Hoy, en Jamones Lazo, nuestra empresa de jamones ibéricos y embutidos ibéricos, te contamos las novedades de uno de los últimos estudios.
El consumo del jamón ibérico de bellota está rodeado de falsos mitos. Son muchas las preguntas que surgen alrededor de este manjar gastronómico del que podemos presumir orgullosos en nuestra cultura. Para intentar paliar este desconocimiento, desde Jamones Lazo, te vamos hablar de un reciente estudio llevado a cabo en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva que arroja luz sobre los beneficios excelentes de esta “joya” ibérica.
¿Por qué debemos incluir jamón ibérico en nuestra dieta? Aporta a nuestro organismo grandes cantidades de vitamina B y refuerza el sistema inmunológico, pero hay más:
- Aumenta el colesterol bueno y reduce el colesterol malo.
Según este estudio, a diferencia de lo que comúnmente se piensa, la grasa del cerdo ibérico posee efectos positivos para nuestra salud y sobre todo para el colesterol, ya que el 55% de la grasa del cerdo ibérico de bellota es ácido oleico, es decir, son grasas monoinsaturadas. Estas grasas cardiosaludables (ácido oleico) son las responsables del aumento del colesterol HDL, es decir, lo que conocemos como “colesterol bueno”, y además producen una reducción significativa de los triglicéridos en sangre y el índice de colesterol LDL, el “colesterol malo”. Además, se ha demostrado que la cantidad de este tipo de grasas que contiene el jamón ibérico asciende hasta el 75% superando a la grasa buena que podemos encontrar en alimentos vegetales.
- Protege contra la arterioesclerosis.
Esta enfermedad se caracteriza por el endurecimiento de las arterias. Cuando tenemos el colesterol “malo” muy elevado, este se acumula en las paredes de las arterias junto con grasas y restos de calcio provocando una pérdida de elasticidad de las mismas, dificultando el flujo sanguíneo y provocando trastornos sanguíneos cardíacos importantes. Así que ya no hay excusas para consumir jamón “del bueno”.
- No influye en la presión arterial
Este estudio ha señalado que un consumo moderado de jamón ibérico de bellota no altera la presión arterial, por lo que puede ser consumido perfectamente por personas que padecen hipertensión, ya que posee un elevado contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico, principal componente del aceite de oliva),y por lo tanto presenta un perfil muy saludable, de ahí que se le conozca como el “olivo con patas”.
- Reduce el ácido úrico.
Es decir, la enfermedad que conocemos como gota. El jamón ibérico de bellota reduce las posibilidades de padecer esta enfermedad. Realmente se desencadena por mantener hábitos alimenticios poco saludables, por padecer obesidad, o consumir altas dosis de alcohol y carnes rojas, entre otras cosas. Sin embargo, la carne de cerdo posee un índice bajo de bases purinas, sustancias causantes de la gota. Por lo tanto, resulta una excelente alternativa a la carne roja por su alto contenido en proteínas.
- Propiedades antioxidantes.
También es rico en vitamina E, un potente antioxidante, y en minerales como el cobre, esencial para la creación y conservación de los huesos y cartílagos, previniendo osteoporosis y anemias. Además, contiene calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo y selenio, este último ligado a procesos de antienvejecimiento.
- No engorda.
Se trata de uno de los mitos más extendidos sobre el jamón ibérico. Sin embargo, podemos ir olvidando esta idea e incluir este producto en nuestra alimentación diaria. El jamón ibérico de bellota posee las mismas calorías que cualquier carne proteica. Así que dado su elevado aporte nutricional no solo no engorda sino que se convierte en un aliado de las dietas para adelgazar, ya que nos aportan vitaminas y minerales que necesitamos para vivir saludablemente.
Desde Jamones Lazo, especialistas en jamones ibéricos de bellota y embutidos ibéricos, lo único que encontramos en este magnífico producto son beneficios nutricionales. Así que te animamos a que hagas caso de la ciencia y la medicina e incluyas este producto cardiosaludable en tu alimentación diaria y en la de toda tu familia.