Jamones Lazo, nuestra tienda de jamones ibéricos de bellota, se ha convertido en toda una institución en el sector gracias al buen hacer de sus profesionales y la calidad de su materia prima. Pero hoy queremos hablaros del secreto de unas instalaciones en las que reside parte nuestro éxito.
El compromiso con la tradición es una de las claves para alcanzar la calidad suprema de nuestros productos. Bajo esta premisa, nuestras instalaciones cumplen con todas las medidas de seguridad, pero adaptándonos a las técnicas tradicionales que han hecho de los jamones ibéricos de bellota uno de los mayores símbolos de la gastronomía española.
¿Cuáles son las claves que identifican nuestras instalaciones?
1. Mataderos y secaderos de madera
Pese al dictamen de la Unión Europea que obligaba a que estos establecimientos sean de plástico en todo el territorio continental, nuestro compromiso con la tradición y la radical creencia en las clásicas técnicas para favorecer las condiciones óptimas del jamón motivó la autorización a nuestras instalaciones de madera por parte de la Junta de Andalucía gracias a una investigación de la Universidad de Cáceres.
En nuestros secaderos de madera naturales, el proceso de curación de nuestros jamones ibéricos de bellota beneficia profundamente las cualidades del jamón, manteniendo todo su aroma. Nuestras instalaciones ofrecen un plus de calidad y cumplen con todas las medidas de salubridad necesarias para que el paladar se llene de gloria con este manjar.
2. El proceso
Aunque no hay que desdeñar los avances que la tecnología aporta a nuestras vidas, la calidad de nuestro jamones ibéricos de bellota se basa en un proceso donde la artesanía de los mejores profesionales, dedicados exclusivamente al cuidado del producto, tiene mucho que ver.
En claro contraste con la mayoritaria automatización que rige este proceso, la madera de roble propicia unas condiciones excelentes de secado, sin necesidad de utilizar ningún proceso informático. Más adelante, nuestros jamones pasan a la bodega, en las que dependiendo del avance de la curación, son modificados de lugar siguiendo los consejos de nuestros profesionales.
En este mecanismo tienen gran importancia, la apertura manual de las ventanas de nuestro secadero, cuyas lamas le dan la posibilidad de abrirse y cerrarse según el tiempo, consiguiendo así que el producto se moldee de manera natural, según el estado de la climatología.
3. El clima
Como ya hemos deslizado, favorecemos las condiciones ideales para que nuestro producto se adapte y reciba todos los matices de las bondades de la tierra en la que nos encontramos, Cortegana, una localidad situada en plena sierra de Aracena y a pocos kilómetros de la brisa del mar que nos llega desde Huelva.
En este emplazamiento, los jamones ibéricos se empapan del aroma del mar y la sierra consiguiendo matices muy exclusivos, que diferencian el producto, pues fomentamos unas condiciones que solo pueden propiciarse en nuestra fábrica.
En Jamones Lazo somos artesanos de los productos ibéricos y empleamos todo nuestro potencial en conseguir que nuestras manos moldeen el producto, lo cual unido a las excelsas condiciones de nuestras instalaciones, repercute directamente en la calidad y el sabor de unos jamones ibéricos de bellota únicos en su esencia.