Los productos ibéricos son la puerta al disfrute de un mundo repleto de placer gastronómico. Una de sus facetas es la grasa del jamón ibérico de bellota, sobre la cual te ofrecemos varios consejos desde Jamones Lazo para aprovechar todo su potencial.
De esta manera, conseguirás alargar durante mucho tiempo su vida útil durante esta época en la que los jamones adquiridos durante las primeras fechas del invierno comienzan a acabarse. Existen numerosas aplicaciones de esta exquisita grasa con la que podrás enriquecer al máximo cualquier alimento y dotarlo de un sabor exclusivo.
En primer lugar, hay que señalar que no toda la grasa es aprovechable, pues aquella de color amarillento localizada en los exteriores de nuestro jamón ibérico de bellota no es comestible. Debemos centrarnos en aquella de tonos rosáceos más cercana a la carne roja. Teniendo en cuenta este detalle nos centramos en la cuestión. ¿Cuáles son las mejores aplicaciones para esta grasa?
1. Enriquecer nuestros guisos
En muchas ocasiones optamos por utilizar caldos de jamón prefabricados para elaboración de sopas y otros caldos, pero en cambio, nos olvidamos de la grasa del jamón que tenemos en casa. De esta manera podremos dar un sabor exclusivo y más aproximado al original a nuestros pucheros y guisos tales como el arroz chacinero o bien, los típicos potajes con legumbres.
2. Chicharrones
Con solo nombrarlos, muchas personas sentirán la inmediata necesidad de comerlos. Y es que los chicharrones son otra de las bondades derivadas de los productos ibéricos como el jamón, ya que es posible elaborar este manjar distribuyendo su grasa en pequeños cuadrados y friéndolos en aceite hasta convertirlos en estas maravillosas delicias.
Así, obtendrás auténticos chicharrones elaborados con jamón ibérico de bellota, el aperitivo perfecto para presentar al mediodía y que también acepta la posibilidad de aportar su valor proteico a ensaladas y verduras.
3. Aceites
Por todos es sabido que la combinación conformada por el jamón y el aceite es uno de los paraísos que nos ofrece la dieta mediterránea. Sin embargo con la utilización de estas grasas, ambos productos pueden convertirse en uno elaborando excelentes aceites aromatizados.
Para ello solo necesitaremos unir el aceite de girasol con la grasa de nuestro jamón y agua en una olla para cocer a fuego lento. Al cabo de unos minutos obtendremos un aceite ideal para tostadas o incluso para cocinar todo tipo de comidas añadiéndole un toque ibérico.
4. En láminas
Más allá de todas estas aplicaciones, es posible utilizarla como producto por sí solo troceándola en finas láminas. Combinadas con carnes para añadir un toque más de sabor al plato o degustadas en forma de bocadillos y aperitivos donde el pan y recetas como el salmorejo y otros ibéricos serán los acompañantes ideales conseguirás potenciar al máximo la grasa de tu jamón ibérico.
Ya has descubierto que la grasa del jamón ibérico es una de las grandes virtudes derivadas de los productos ibéricos. En Jamones Lazo, queremos que sigas investigando sus usos y por ello contamos con todo tipo de género que deleitará al paladar con su aroma y sabor.
Felicidades por el artículo. Con los comentarios sobre los chicharrones con jamón ibérico de bellota se nos ha abierto el apetito! Un abrazo!