Los jamoneros y jamoneras estamos de enhorabuena. La montanera para el año 2016, a estas alturas, se augura muy buena. O lo que es lo mismo, la «cosecha» de jamón ibérico para este año que comienza va a alcanzar altas cotas de calidad.
Y esto es debido a que la pasada primavera, como consecuencia de las lluvias tempranas, fundamentales para afincar y engordar la bellota de la que se alimentan los cerdos, fue magnífica.
El momento del año en que nos encontramos actualmente es crucial para vaticinar el éxito y la calidad de la montanera. Al encontrarnos en el centro de la fase que va de octubre a febrero, por el hecho de coincidir con los últimos momentos de la vida del animal, se trata de la etapa en que el cerdo se alimenta de bellota de encina, alcornoque o quejigo en las sierras onubenses, al aire libre.
María Castro, bióloga de formación, afirma que, aunque la alimentación del cerdo es decisiva para conseguir un buen jamón, no es el único factor a tener en cuenta a la hora de lograr la mejor calidad de un producto ibérico. Influye de manera relevante el peso del animal, la velocidad con que queman grasa y la facilidad para engordar, entre otros factores.
Un cerdo ibérico de buena calidad debe tener un peso que oscile entre los 145 kilos, que se transforman en 108 en canal. Los cerdos de los que se obtiene el Jamón Ibérico son criados al aire libre por los ganaderos. Para conseguir la mejor calidad en el jamón, es necesario controlar el nacimiento, evolución y crecimiento de los cerdos, para lo que conocer la genética del animal es fundamental.
El tiempo y la calidad de la lactancia son los factores que aportan la pureza de la raza, por lo que el control del número de crías, el desarrollo del parto del animal, la lactancia, su perfil ácido graso y su infiltración, que debe ser alta y fina, determinan si un ejemplar hembra debe ser elegido como madre reproductora, requisito para lograr una camada saludable y provechosa que suponga, por tanto, un jamón ibérico de calidad suprema como los de Jamones Lazo.
Los cerdos son controlados desde los dos meses vigilando su crianza. Para ello, en los meses otoñales, el animal disfruta de cantidad de alimentos, mientras que en verano, cuando no encuentra con qué alimentarse en el campo, debe buscar y nutrirse de la reserva energética que ha acumulado durante los meses anteriores. A pesar de ello, son alimentados con cereales, alfalfa y avena.
Tras 24 meses podremos entonces disfrutar de la calidad de paletas ibéricas obtenidas de este periodo de montanera y 36 meses para los jamones ibéricos de alta calidad. En Jamones Lazo, nuestra empresa de jamones y productos ibéricos, te ofrecemos los mejores productos para que te deleites con los tuyos con el género más destacado de la sierra de Huelva. Los mejores ejemplares, criados por los mejores ganaderos en un ambiente y clima incomparables, hacen de nuestros artículos una ganancia segura para los paladares más exigentes, para aquellos que quieren disfrutar comiendo verdadero jamón ibérico.